Autor: Carlos Mena, cartógrafo, integrante de la Línea Temática de Factores de Riesgo de Enfermedades Crónicas en el Envejecimiento del CIES y académico de U. de Talca.
Entre la gran cantidad de información disponible, de repente no prestamos atención a algunas que bien podrían dar para profundas reflexiones.
Quizá no se nos ha ocurrido, al ver las cifras de la población y la tendencia creciente del nivel de urbanización, relacionar este hecho con otro dato demográfico fundamental: el aumento de la esperanza de vida y la creciente tasa de envejecimiento de la población, en Chile y el mundo.
Hoy encontramos cada vez mayor cantidad de población de adultos mayores viviendo en ciudades, muchas de las cuales han sido construidas bajo parámetros que no las hacen, necesariamente, amigables. No todas nuestras ciudades son amigables con el adulto mayor.
Afortunadamente, esta preocupación ha permeado los círculos académicos y es así que asistimos a una proliferación de artículos científicos preocupados de estudiar las condiciones de caminabilidad, de relacionar las condiciones del entorno con la salud de las personas, de establecer relaciones espaciales entre la calidad de vida de las personas y los contextos urbanos en que éstas se desarrollan.
La Geomática y las Ciencias de la Salud hoy están trabajando unidas para llegar a proponer modelos de ordenamiento urbano que aborden con perspectivas holísticas estas problemáticas. Es un trabajo interdisciplinario que puede aportar en procesos de planificación incorporando, con base científica, medidas tendientes a generar ciudades realmente amigables.
Al celebrar en esta semana el Día Nacional del Urbanismo, quisiéramos que esta conmemoración ayude en propender a ciudades amigables para quienes las habitan, especialmente, para los adultos mayores. Tenemos las herramientas técnicas y científicas para hacer de las urbes nacionales, ciudades construidas para todos y para que todos las puedan habitar y disfrutar.
